La inversión en software dentro del desarrollo de las áreas de Tecnología de la Información ha crecido notablemente en los últimos años, convirtiéndose en una cuestión básica en los procesos empresariales. Sin embargo, casi la mitad de los softwares instalados en los ordenadores de las compañías españolas son ilegales según un estudio de la consultora IDC, teniendo el 60% de las denuncias el origen en los exempleados de la compañía.
La BSA- The Software Alliance, ha puesto en marcha el programa Software Legal, un Valor Seguro para informar de los beneficios del software legal en la empresa, así como un manual para implementar un programa de gestión de software según la norma ISO que puede llevar a cabo cualquier empresa en cuatro sencillos pasos.
Esta iniciativa surge con el fin de concienciar a empresarios y directivos sobre la conveniencia de implantar procesos para gestionar correctamente los activos de software y garantizar el uso legal del mismo dentro de las empresas.
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la BSA The Software Alliance y la Asociación de Empresas de Tecnología AMETIC han puesto en marcha esta campaña que pretende dar a conocer toda la información necesaria para llevar a cabo las mejores prácticas.
La infracción en relación al uso del software ilegal se presenta a través de tres vías:
En primer lugar, por utilizar software en más ordenadores de los que permite el contrato de la licencia; en segundo lugar, por no tener una licencia apropiada para el uso que da el software; y en tercer lugar, por utilizar software ilegal, es decir, que ha sido copiado sin autorización por parte del fabricante.
La reforma del Código Penal del 1 de julio de 2015 endurece las penas por uso ilícito de software, cuya práctica causa un importante impacto en la economía de un país, a la economía de la propia empresa, ya que merma la productividad derivada de la falta de servicios de soporte técnico, así como problemas de seguridad causados por malware entre otros.
El uso del software legal es un valor seguro que potencia el valor de la propia compañía, un motor de actividad que incrementa la productividad y eficiencia, así como una garantía de estabilidad.