El análisis geográfico es esencial en la gestión del agua. Ya sea en abastecimiento como en saneamiento, conocer la posición de los activos, cómo están relacionados entre sí y con su entorno, qué les rodea, a qué tipo de consumidores llega, con qué presión es necesario trabajar o si existe o no peligro de inundación o desbordamiento.