La Gobernanza del Dato o el Gobierno del Dato es esencial para las Administraciones Públicas y, durante los próximos días, queremos compartir con vosotros qué es el Gobierno del Dato, por qué es un desafío para las Administraciones Públicas y cuáles son los principales beneficios que aporta. Con esta serie de post intentaremos mostraros la capacidad de los Sistemas de Información Geográfica en este reto de transformación digital y cómo puedes mejorar ese proceso desde la administración.
En su proceso de transformación digital, las Administraciones Públicas (en adelante AAPP) a nivel local, regional o central, se enfrentan a muchos desafíos, uno que es común a todas ellas es la Gobernanza de sus datos. Magnificado por la rápida evolución tecnológica, el volumen de datos que se producen y la velocidad del intercambio de información, y el tipo de datos que se gestionan, incluidos datos personales.
En este contexto, es fundamental gestionar de forma eficiente y efectiva la información de las AAPP, lo cual puede ser una tarea compleja dependiendo del tamaño de la Administración, los silos que existan en ella, la variedad de sistemas dispersos y no integrables, que normalmente están en versiones obsoletas de tecnología, con duplicidad de datos, y agudizado cuando los datos son tratados por múltiples responsables y encargados.
Existen muchas definiciones sobre lo que es la gobernanza o gobierno del dato dependiendo de quién hable del mismo. No obstante, todas las definiciones coinciden en los beneficios que se obtienen con ello y que detallaremos más adelante. La gobernanza de datos abarca las personas, los procesos y tecnologías de la información necesarios para crear un manejo coherente y adecuado de los datos.
A modo resumen, la Gobernanza del dato en el ámbito de las AAPP es la capacidad que se tiene para gestionar de forma proactiva y efectiva desde la competencia de cada organismo público el conocimiento sobre la información relacionada con su territorio, proporcionando una visión holística que permite no solo saber sí se tiene un dato, sino que empodera a los responsables públicos a comprender, proteger y creer en los datos, generando confianza y autoridad en la toma de las decisiones. Saber quién puede tomar qué acciones, con qué datos y cuándo, en qué situaciones, y utilizando qué métodos.
Para lograr cumplir este reto, es necesario establecer un marco, una estrategia, una estructura organizativa, un conjunto de procesos, procedimientos, flujos de trabajo, modelos de datos de referencia y modelos de datos maestro, políticas (una parte importante de esa política ha de ser la política de protección de datos establecida en el artículo 24 del RGPD, donde las personas físicas deben tener el control de sus propios datos y deben garantizarse sus derechos y libertades, así como la necesidad de adoptar dichas políticas y otorgar a los interesados la posibilidad de supervisar los tratamientos y al responsable con fines de transparencia expresada en el considerando 78), responsabilidades y mediciones que garanticen el uso eficiente y eficaz de los datos, así como unos mínimos de calidad, disponibilidad y seguridad, permitiendo encontrar y acceder a los datos de forma fácil para acelerar las iniciativas que se lleven a cabo.
Estableciendo con todo esto un marco de colaboración de todos los niveles (estratégico, táctico y operativo) de los organismos públicos, permitiendo la gobernanza del dato y proporcionando la capacidad para alinear los datos con los objetivos de las distintas áreas de gobierno.
Se estima que más de un 80% de la información contiene una componente espacial, ya sea porque está asociada a unas coordenadas geográficas, o porque incorpora direcciones postales que se pueden trasladar también a coordenadas a través de la georreferenciación. Es por esto que se debe hacer una gobernanza del dato utilizando una aproximación geográfica, para poder cumplir la promesa de reinventar el territorio a través de la tecnología digital y hacer una buena gobernanza que incluye no solo los datos, sino un sistema de control que se extiende a la tecnología, a las aplicaciones, infraestructura, productos de información, las personas que construyen y apoyan esa gobernanza y los procesos que intervienen creando una gran sinergia dentro de la Administración.
La Gobernanza del dato no es gestión de datos, no es administración de datos, no es gestión de datos maestros. Todos estos términos y conceptos tecnológicos son complementarios o hacen parte de la Gobernanza del dato.
Se ha elaborado una propuesta para un Reglamento sobre Gobernanza de los datos en el ámbito europeo (Data Governance Act) que entre las principales novedades contempla:
¿Quieres saber cuáles son los principales desafíos del Gobierno del Dato y cómo afrontarlos? No te pierdas nuestro próximo post.
Autora: Adriana Rangel Sotter, Ingeniera de Soluciones para Administración Pública, Tecnología e Innovación en Esri España